Según la Fifa en ambos juegos se presentaron actos de discriminación y en uno, problemas de orden y seguridad.
En el partido contra Perú cayeron botellas y otros objetos hacia el técnico Reinaldo Rueda, y a los jugadores de Colombia. Por este suceso, la FCF deberá pagar 25.000 francos suizos (102 millones de pesos colombianos).
En el partido contra Bolivia, se determino que hubo un comportamiento discriminatorio por parte de los aficionados, por lo que la FCF deberá pagar 30.000 francos suizos (122 millones de pesos) y la reducción de aforo para el primer partido de las siguientes Eliminatorias.